Clasificación Funcional

El proceso de clasificación de Baloncesto en Silla de Ruedas

por Anne Lachance y Roberto Sánchez, Clasificadores internacionales

La mayoría de las personas que ven un partido de basquetbol en silla de ruedas por primera vez quedan inmediatamente cautivados. Pronto, sin embargo, una pregunta viene a la mente: “¿Cómo  atletas con capacidades funcionales tan diferentes pueden competir justamente uno contra el otro?

La clasificación es el proceso por el cual el potencial funcional total de un equipo en la cancha es nivelado con respecto a su oponente. La clasificación es una evaluación funcional que tiene en cuenta la capacidad de cada jugador para realizar acciones específicas para el deporte del basquetbol en silla de ruedas; como son: empujar, frenar y girar la silla, pasar, agarrar y driblear, reaccionar a contactos, tirar al cesto, atrapar rebotes.

En el sistema de clasificación de la IWBF las clases van de 1.0 a 4.5. Las atletas asignados a clases más baja son más limitados en sus capacidades funcionales. Los atletas asignados a clases más altas tienen menos limitaciones. Si sumamos el puntaje individual,  asignado a cada uno de los cinco jugadores que hay en cancha, este puntaje total (por equipo), no puede ser superior a 14 puntos en cualquier momento del partido.  

Los atletas de clase uno y dos son similares en que ningún tienen el control en su tronco inferior.  Por ejemplo, para la mayoría, se requiere el apoyo de la extremidades superiores para recuperar une posición erguida después de doblarse hacia delante para driblar, capturar un pase, o hacer un tiro.

Los atletas de clase uno por lo general son incapaz de mover su tronco activamente en cualquiera de los planos de movimiento. Por ejemplo, la mayoría son incapaces de girar la parte superior de su tronco para recibir un pase que proviene de atrás de sus sillas en un contraataque.

Los atletas de clase dos son generalmente capaz de girar la parte superior de sus tronco sin necesitar de sus brazos para ayudarse. Esto mejora su capacidad de visión en la cancha, así como recibir o lanzar la pelota desde diferentes direcciones.

Los atletas de clase tres y cuatro son similares en que ambos tienen control de su tronco. 

Los atletas de clase tres son generalmente capaz de girar su tronco así como inclinarse hacia delante y regresar a la position erguida sin dificultad. Por ejemplo pueden driblar el balón lejos adelante de la silla de ruedas. Sin embargo, no pueden inclinarse hacia un lado y volver a la posición vertical sin utilizar sus brazos para apoyo; la mayoría de los atletas de clase 3.0 carecen suficiente  potencia en las piernas para llevar a cabo tal acción.

Los atletas de clase cuatro son capaz de mover su tronco en todos los planos de movimiento. Pueden girar su tronco, inclinarse hacia adelante y al menos hacia un lado sin dificultad para bloquear un tiro o proteger el balón o coger un rebote utilizando las dos manos. Sin embargo, los atletas de clase 4.0 no pueden inclinarse completamente hacia ambas lados debido al función limitada de una pierna. Los atletas de clase 4.5 no tienen limitaciones y pueden inclinarse completamente hacia todos los lados y regresar a la position vertical sin dificultad. 

Uno puede tener una idea de lo que se siente ser un atleta de clase uno o dos tratando de mantener las rodillas juntas y elevadas mientras está sentado en una silla. En esta posición, inclinarse hacia delante o hacia los lados sin perder el equilibrio es imposible. El único movimiento posible es la rotación del tronco superior.  

Uno puede tener una idea de lo que se siente ser un atleta de clase tres presionando las rodillas juntas mientras está sentado en una silla. Inclinarse hacia adelante y girar el tronco para mirar por encima del hombro se logra fácilmente; pero inclinarse hacia un lado para recoger un objeto del suelo será difícil de realizar sin perder el equilibrio.

De vez en cuando, un atleta muestra características de dos clases. En estos casos se le puede asignar una clase de 1.5, 2.5 o 3.5.